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RETOS ECONÓMICOS y HACENDÍSTICOS: ENTRE FÁBULAS, CORTINAS DE HUMO Y CANTOS DE SIRENA


En marzo de 2018, la calificadora de riesgos Moody’s reiteró que hay que vigilar el nivel de endeudamiento del país, pues aumentó su participación en 40 puntos básicos como porcentaje del PIB, pasando de 39.8% al 40,2% del PIB. Es decir, alcanzando una cifra total de US$ 124.386 Millones a 31 de Diciembre de 2017. Igualmente, la calificadora advirtió que el país corre el riesgo, que el próximo gobierno tenga un mandato que le impida adoptar medidas fiscales adicionales para preservar la fortaleza fiscal Colombiana.


Guardando consonancia con lo anterior y revisando las propuestas de los candidatos a la Presidencia de la Republica; encontramos que los temores de la calificadora son válidos, ya que en su mayoría los aspirantes proponen rebaja de tarifas impositivas a las empresas; y en algunos casos sugieren un impuesto plano sobre las ventas, con la iniciativa de elevar el IVA al 20%. De la misma manera, se escuchan cantos de sirena, cuando proponen bajar impuestos, bajar el gasto, aumentar salarios, construir 1.500.000 viviendas nuevas y por contera apoyar a 5.000.000 de nuevos pequeños empresarios, para que inicien la senda de emprendimiento empresarial.


Por otra parte, es bueno concentrarse en los problemas nacionales que son muchos; y no seguir abriendo cortinas de humo, como las de seguir insistiendo en el riesgo de que se adopte en el corto plazo en Colombia, el fracasado modelo de desarrollo económico de un país hermano.


Ahora bien, diseñar un programa de gobierno, para un país con las peculiaridades sociales, económicas, jurídicas, políticas, éticas y de posconflicto; no ameritan más propuestas superficiales e improvisadas, como las que se están presentando a consideración del pueblo Colombiano, en el actual debate presidencial. Pues, seguir insistiendo que en Colombia, con las dificultades fiscales que atraviesa, se deban reducir impuestos tan elásticos como el de renta, es de suyo y de alguna manera presumiblemente irresponsable en materia fiscal.


Igualmente es pertinente precisar, que si a lo anterior se le adiciona la equívoca propuesta de bajar el gasto público en épocas de desaceleración económica; nos encontraríamos sin duda en un escenario imposible de llevar a cabo. Fedesarrollo y otros analistas independientes, hemos señalado reiteradamente sobre el crucial tema de la inflexibilidad de los gastos del gobierno, que alcanza niveles cercanos al 85%; producto de compromisos legales y económicos de carácter ineludible, que están cerca de pinchar el techo de las apropiaciones en el sector central del Estado. La mayor proporción del gasto se encuentra estrechamente relacionada con el modelo de descentralización fiscal (en su expresión constitucional del Sistema General de Participaciones), el situado fiscal, el inexorable cumplimiento del pago de pensiones (en cifras cercana al 3.9% del PIB) y, finalmente, en las crecientes obligaciones derivadas del servicio de la deuda externa pública.


Así mismo, es pertinente complementar la inaplicabilidad de la propuesta de reducir impuestos, ya que se disminuirían los ingresos corrientes de la nación y, por contera, se reducirían consecuencialmente las transferencias del Sistema General de Participaciones y las del situado fiscal. Esto indiscutiblemente generaría déficit fiscal y presupuestal a nivel nacional y territorial, con el concebido aumento de las necesidades básicas insatisfechas de la población.


Aumentar salarios en Colombia, es una propuesta que genera expectativas, que solo se podrán satisfacer con el aumento de la productividad y competitividad empresarial, que en Colombia no recupera los niveles de 1970. Es decir, es imposible incrementar salarios sin aumentar producción y ventas; y ambas variables han presentado comportamientos de franco deterioro en el país. Es de todos conocido, que hemos tenido el peor comportamiento del PIB de los últimos 15 años; y en materia de consumo, hemos tenido un mal año 2017. Asimismo, enero de 2018 no ha sido de buen comienzo, pues la confianza del consumidor tuvo un comportamiento negativo de -5%.


Por otra parte, construir 1.500.000 viviendas en 4 años, desborda las posibilidades del sector financiero y del sector público, para financiar cerca de $100 billones que vale la inversión. Igualmente, la estructura administrativa del sector vivienda sigue siendo insuficiente en su integralidad, tanto en el Ministerio de Vivienda, como en Fonvivienda y el Fondo Nacional del Ahorro, con miras a asumir el pretencioso reto aquí en comento.


Si el anterior punto adquiere visos de fábula, el apoyo a 5.000.000 de nuevos pequeños empresarios, realmente lo supera; porque el Fondo Emprender, solo ha apoyado unos 250.000 nuevos empresarios en los últimos 4 años. Es decir, únicamente se encuentra ejecutando el 5% de la meta prevista para el cuatrienio 2018-2022.


Así las cosas, presento como aporte parcial de este escrito, que Colombia deberá transitar por senderos que contribuyan a superar la crisis fiscal y de balanza comercial, así como buscar alcanzar un desarrollo sostenible con estrategias como:

  1. Crecimiento y diversificación de la oferta de productos, con énfasis en las exportaciones provenientes de actividades agroindustriales, entre otras.

  2. Fortalecimiento de las finanzas del estado, por la vía de la formalización fiscal y la inversión de aproximadamente $500.000 millones para impulsar la inspección, la vigilancia y el control de la DIAN. Es decir, se aumenta el ingreso fiscal por la vía de la base gravable y no por la disminución o aumentos de las tarifas impositivas.

  3. Ecoturismo basado en el aprovechamiento de las riquezas naturales, paisajísticas y de biodiversidad del país

Henry Amorocho Moreno.

Pag web: amorochoydaza.com

Twitter: @henry_amorocho

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